No sabéis qué susto me llevé el otro día en clase... A las 14h salí con mis alumnos a toda prisa pero tuve que volver a clase porque me había dejado los cuadernos para corregir... ¿Cuál fue mi sorpresa? ¡Al llegar a clase oí a alguien llorando! Me quedé sin respiración al pensar que podía haber dejado a algún alumno encerrado sin darme cuenta... Miré debajo de las mesas, dentro de los armarios, por las ventanas... y nada. Entonces averigüé de dónde venían aquellos sollozos... ¡De Lecturilandia!
Pensé que quizá al haber recogido las fichas del primer trimestre los alumnos habrían vaciado la caja de los proyectos de lectura y estaría triste por estar vacia... La abrí, pero si que estaba llena, allí estaban los proyectos que aún no se han expuesto.
¿Y si alguien se había metido dentro? ¿Y si no lo podía recuperar y se perdía las fiestas navideñas? Una lágrima cayó por mi mejilla y la caja empezó a brillar con las chispas que saltan como cuando se enciende la mecha de un petardo. No lo dudé, la abrí y salté.
Allí todo estaba oscuro, no había nadie. Enseguida apareció un perrito a lo lejos que se me acercaba. El perrito quería que lo siguiera a alguna parte, me llevo por un laberinto oscuro y finalmente allí estaba la causante de aquel llanto. Inmediatamente me di cuenta de que ese vestido azul, esos zapatos rojos y ese perrito tan mono llamado Totó no podían ser nada más que de Dorotea.
Posiblemente muchos de vosotros no sabéis quién es Dorotea, pues precisamente ese es el motivo por el que aquella niña lloraba. Hubo un tiempo en el que todos la conocían, se entretenían con ella y disfrutaban con sus aventuras. Pero ahora muy pocos conocen su historia y eso le hace permanecer en un rincón oscuro y triste del mundo que nada tiene que ver con la tristeza sino con todo lo contrario, el mundo de los sueños y la imaginación: LECTURILANDIA. Allí todo el mundo debe estar feliz y contento.
Según me contó Dorotea esto no es así, muchos de sus amigos permanecen perdidos en ese laberinto oscuro y nosotros los vamos a rescatar. No permitiremos que personajes que han entretenido a tantas y tantas generaciones se queden solos y olvidados en un rincón oscuro.
Le dije a Dorotea que estuviera tranquila que mis niños y yo formaríamos un equipo llamado "LOS RESCATADORES DE CUENTOS" e iluminariamos ese laberinto para que ningún personaje se pierda ni se quede olvidado. Entonces le di un fuerte abrazo, cerré los ojos para darle todo mi cariño y cuando los abrí estaba abrazándome a mí misma, de pie en medio de mi clase vacía...
Algunos dicen que me lo he inventado, otros que lo he soñado, también los hay que defienden a capa y espada que con imaginación todo puede pasar... cada uno es libre de pensar lo que quiera. Pero por si acaso a la vuelta de las vacaciones sacaremos a Dorotea y sus amigos de allí, ¡no os preocupéis!
Hoy algunos compañeros han contado la historia de Dorotea en clase y eso seguro que le ha puesto muy contenta. ¡Genial!
Disfrutad mucho de vuestra familia y amigos estas vacaciones chicos, descansad y pasadlo bien.
Un besazo, Laura.
HOLA PROFE ,QUE TE AN TRAIDO LOS REYES UN BESO ,CHAO
ResponderEliminarHOLA PROFE QUE TAL LAS VACACIONES
ResponderEliminarLAURA QUE TAL LAS VACACIONES
ResponderEliminarHola!!! No me has dicho quién eres... jeje Las vacaciones genial!! Un besito
ResponderEliminarUna cosa te voy a decir....yo me lo creo todo menos que siguieras a TOTO jajajajajajajajajajjajajajajaja....
ResponderEliminarvoy a tener que ir pensando en mudarme a logroño pa que les des clases a mis criaturas de aqui a unos 20 años cdo los tenga!jajaja
muak princesa!